La postura de la sirena, Eka Pada Rajakapotasana I, no solo encarna belleza y gracia, sino que también ofrece un mar de beneficios para quienes se atreven a explorar sus profundidades. Esta variante avanzada de la paloma - Eka Pada Rajakapotasana-, nos invita a desplegar nuestra propia feminidad y poder interior, simbolizando la libertad y la fortaleza.
Beneficios de la Postura de la Sirena
La sirena nos sumerge en un estiramiento profundo que abre el pecho y los hombros, liberando tensiones y mejorando la capacidad respiratoria. Estira la ingle y los muslos, al tiempo que fortalece los músculos centrales. Entre sus beneficios, encontramos:
- Reducción del estrés y la ansiedad.
- Apertura del pecho y mejora de la postura.
- Estiramiento de los glúteos y la zona inguinal.
- Mejora de la oxigenación y la capacidad respiratoria.
- Aumento de la flexibilidad.
- Estimulación de los órganos internos.
Cómo Realizar la Postura de la Sirena
Antes de aventurarte en la sirena, es crucial preparar tu cuerpo con posturas de calentamiento como la del guerrero, el triángulo extendido y la estocada baja.
- Comienza en la posición del perro boca abajo y lleva la rodilla derecha hacia la mano derecha.
- Acomoda la parte exterior de tu pierna derecha en el suelo, inclinando el pie hacia la izquierda.
- Extiende la pierna izquierda hacia atrás, reposando el muslo en el suelo.
- Con las manos en el suelo, alarga tu columna y abre el pecho.
- Dobla la rodilla izquierda, llevando la mano izquierda hacia atrás para sujetar el pie izquierdo, acercándolo al cuerpo.
- Extiende la mano derecha sobre tu cabeza y sujeta la mano izquierda. Cuando consigas coger las manos, intenta alejarlas de la cabeza, creando un círculo con los brazos, notarás una mayor extensión y apertura de pecho.
- Mantén la postura de 5 a 10 respiraciones profundas antes de soltar y repetir al otro lado.
- Repite en el otro lado.
Consejos para Principiantes
- No fuerces tu cuerpo más allá de tus límites.
- Ve paso a paso y quédate en el que te sientas cómodx, sin forzar tus límites. Con la práctica tu cuerpo se abrirá como una flor.
- Utiliza bloques de yoga o correas para facilitar la alineación y soporte.
- Recuerda que la facilidad en la postura puede variar entre un lado del cuerpo y el otro.
La postura de la sirena, más allá de su estética, es un viaje de autoexploración y liberación, activando el segundo chakra, Manipura, para liberarnos de miedos y encontrar un equilibrio interno.
Con gratitud y amor, Namaste,
Marina Cerdá